Sólo nos sobraron palabras y nos faltaron motivos
Porque la vereda de tu espalda no conducía a mi boca.
Y puede quemar el hielo,
aunque no sea invierno.
Sólo nos sobraron palabras y nos faltaron motivos
Porque la vereda de tu espalda no conducía a mi boca.
Y puede quemar el hielo,
aunque no sea invierno.