Todo contigo. 

​Quiero saberlo todo de ti. Quiero saber si duermes con calcetines y qué te hace sonreír cuando vas por la calle. Qué música escuchas y cual es tu chocolatina favorita. Quiero saber que es lo primero que haces cuando llegas a casa y lo último antes de dormir.

Quiero que me cuentes cómo sería tu día perfecto y cuál es ese libro que te hizo llorar. 

Quiero que me folles en sueños y te levantes empalmado empotrandome contra el colchón los domingos por la mañana. Y los lunes, y los martes. Y todos los días.

Quiero conocer el nombre de tu primo el del pueblo y poder contar la historia de esa borrachera cuando estabas en el instituto. Quiero que me cuentes porqué te escapaste de casa cuando eras pequeño y porqué a las once siempre te entra sueño.

Quiero saber de qué color son los azulejos del baño y si galletas o tostadas. 

Quiero saber cómo saben tus lágrimas y cansarme de morderte la risa.

Quiero poder decir que los lunares de tu pecho llevan mi nombre y que la marca de nacimiento de mi cuello es el único lugar dónde te sientes en casa.

Quiero saber si lees o miras por la ventana cuando vas en el autobús, si das vueltas por la casa o te tumbas en la cama cuando hablamos por teléfono.

Quiero saber qué villancico cantas en Navidad y si te cuesta salir a la calle los días de lluvia.

Quiero que me digas que me esperas a la salida y en la ventana de casa al salir de trabajar.

Quiero. Quiero todo contigo. Una y otra vez. Una y mil veces .